El presidente de la Generalitat Valenciana, Juanfran Pérez Llorca, ha utilizado su discurso de Fin de Año para reiterar la necesidad de diálogo y consenso con el Gobierno de España en tres áreas clave para la comunidad: un modelo de financiación autonómica «justo», soluciones técnicas en materia de agua y la consideración de la vivienda como «cuestión de Estado». Estas demandas, planteadas previamente en su investidura en diciembre, se enmarcan en un contexto de negociaciones previstas para 2026.
Pérez Llorca pronunció su discurso desde el Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Utiel-Requena, una de las zonas afectadas por la DANA del 29 de octubre. En su intervención, destacó los avances en la reconstrucción, aunque subrayó que «muchas personas aún no han recuperado la normalidad». Entre sus reivindicaciones al Gobierno central, insistió en la ejecución de obras en cauces y barrancos para prevenir futuros daños por inundaciones, comprometiéndose a colaborar con todas las administraciones «independientemente de su color político».
En materia hídrica, el presidente valenciano criticó el próximo recorte del trasvase Tajo-Segura, que afecta directamente a la provincia de Alicante, y pidió una solución «técnica, asequible y efectiva» para los regantes, evitando lo que calificó como enfoques «políticos». Sobre la vivienda, propuso que el Estado asuma un papel activo en garantizar el acceso a este derecho fundamental, complementando el Plan Vive de la Generalitat —que prevé la construcción de miles de viviendas de protección pública— con medidas como la reducción del IVA en la compra de viviendas.
El discurso también incluyó un balance de las medidas adoptadas por el Gobierno valenciano en la primera mitad de la legislatura, como la simplificación administrativa, la bajada de impuestos y la gratuidad de la educación de 0 a 3 años. Pérez Llorca anunció nuevos objetivos para 2026, entre ellos una rebaja fiscal para rentas bajas y medias, la reducción de listas de espera en sanidad y dependencia, y el apoyo a sectores productivos como la agricultura, la ganadería y la pesca, afectados, según sus palabras, por «normativas alejadas de la realidad social».
En el ámbito económico, destacó que la Comunidad Valenciana ha superado las previsiones de crecimiento y que, por primera vez, casi 2,5 millones de personas están empleadas en la región. El presidente subrayó la necesidad de defender la competitividad de sectores tradicionales como el calzado, el juguete, el textil, la cerámica y el turismo, rechazando lo que denominó «tasas confiscatorias».
El discurso concluyó con un llamamiento a reducir la «crispación» política y a priorizar los retos pendientes, mencionando también los cuatro feminicidios registrados en la comunidad en 2025.




